ESE DEMONIO LLAMADO ACHAQUE
He hablado con varios amigos hoy. Y todos estaban algo achacados. Habían varias versiones: es que estos días. Es que no tengo suerte hace rato. Es que ando resfriada y con dolor de ovarios. Es que no puedo cambiar el auto. Es que he tenido unas reuniones absurdas. Es que el mundo es cruel. Es que el sistema aniquiló y aniquila todo. Quiero bajar de peso. Soy fea.
Sospecho que la madurez es un dejo de resignación, un océano de calma. Mirar el problema desde cerca, no intentar huir de él, lo hace más pequeño, más débil. Hay que reírse un poco de todo. Les recomiendo tratarse con:
- curb your enthusiasm
- o bien, annie hall o manhattan
Si esto no les sirve, les puedo dar datos sobre la hambruna y el sida en Africa, o bien, lo que fue la guerra de Sarajevo.
Que en quejarse de llena esta gente.
1 Comments:
Se acepta todo. Casi todo.
Somos quejones, nos disgusta la vida fome y se lo sumamos a todo lo que se ve mínimamente desagradable. Como ser hipocondríaco, donde pequeñas y normales molestias que cualquier cuerpo en funcionamiento ha de tener, se vuelven posibles y futuras grandes amenazas a nuestra existencia. O al menos eso quisieran para poder ganar la preocupación y atención del otro. Quizás son las ganas de que nos apapachen, de que nos digan de buena manera que nada es tan grave, que la vida es bella, que la gente también. Bueno, algunos, que no son pocos. Es un estado absurdo de debilidad, desdeñable, por cierto, pero chilena, bien chilena.
Ud también se ha quejado de inútiles reuniones...
Pero hay algo en lo que discrepo, Sr. Sanfeliú, y es con el tema de los ovarios, que primero que todo es el útero el que duele, no los ovarios. Es insoportable e innecesario, lo que se suma, normalmente, a un natural estado de desfiguración emocional del mundo. Pido un paréntesis por ello. Acepto lo de que estamos en un estado de disconformidad constante y que muy pocos hacen algo para cambiar la situación, pero dejemos, por favor, el tema del útero a un lado. Duele y a veces mucho. MUCHO.
Y eso de la desfiguración emocional... las pastillas anticonceptivas son un buen remedio para dejar de ver, una vez al mes, al mundo convertido en un enredo de relaciones innecesarias y amenazadoras, dejar de creer en la inutilidad de nuestra existencia y la poca variabilidad de las cosas. Ay que horror tener un gran cargo sin pastilla anticonceptiva que lo regule.
Y aprovecho, además, de saludar a los condones, ya que ando por el rubro. Qué limpieza más grande! Como si nada hubiera pasado por ahí, sólo un grato placer. Úsenlo, vale la pena.
Mucho?
2:04 PM
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