El curioso pueblo de yo (21 habitantes) y sus pésimas relaciones sociales mientras ofician de directores de radio en una ciudad atiborrada de gente curiosa e inquieta por la velocidad de las cosas que van y vienen sin preguntar nada así que respiremos profundo no hay más que jugar porque.... ¿qué vamos a hacer si no?

Tuesday, March 15, 2005

LA ENVIDIA DE ALGUNOS

Una de las cosas de las cuales puedo sentirme orgulloso es mi poca habilidad para ser envidioso. La verdad, tengo otros defectos a la altura, pero ese es terrible. Como no soy un envidioso, puedo reconocer de lejos a los que sí lo son. Observan algo que quieren y que no pueden tener, les sale vapor de la cabeza, miran fijamente el objeto en cuestión y se les parte la lengua como a los reptiles y empiezan a reptar por distintos lugares hablando mal del ser que los funde de rabia porque es o porque tiene cosas o virtudes que ellos jamás podrán tener. Son un asco, la verdad. Una suerte de dragones de comodo con babas peligrosas.
Está lleno. Son los que han acusado a todos los exitosos de narcos, sucios, homosexuales (como si a estas alturas eso fuera un problema) o depravados.
Son los que rayan autos en las calles. Son los que sufren de paranoias. hablan y hablan de otros con una compulsión como de parkinson, los he visto en mesas con unas copas de vino, hablando y despotricando contra gente que no conocen y esperando contar con la venia del respetable. Uf. ¿Cómo se puede vivir así?
Son poco originales y limitados, JAMÁS CREATIVOS, y creen saber de todo pero al final no saben lo principal: vivir. Son los que avanzan para atrás. Siempre para atrás. Son los que hay dejar pasar porque solos se van al fondo del averno. Y con ellos no me voy ni cagando. Les digo a veces "sí claro", "de más", "lo voy a considerar", "si tú lo dices". Y los dejo seguir navegando en su barca al lado de Caronte.
A veces siento pena por ellos. Podrían ser tan buenas personas. En fin.
"En un mundo descomunal... siento tu fragilidad", dice una canción por ahí. Pienso en ellos.

Quiero dejar en claro que no soy un tipo perfecto. Pero envidioso, jamás. Detesto ese sentimiento. Alguna vez lo tuve y no me hizo nada de bien. Es como de niño mal terminado. Y eso no quiero ser a estas alturas. también que nadie me ha envidiado últimamente, así que tampoco hablo desde la rabia. Sólo me detengo y reparo en esto. Un día X mientras contesto unas hojas horrendas de un curso de "liderazgo".

pd: bue... igual envidio a Tom Cruise. Nicole y Penélope como quien cambia el auto. Maldito cerdo.

3 Comments:

Anonymous Anonymous dice...

No todos los envidiosos somos como nos pintas. Es cierto que somos poco creativos, pero no somos malas personas. Y diría que podemos aprender a vivir. Es sólo que no podemos evitar la envidia.

8:01 AM

 
Anonymous Anonymous dice...

No todos los envidiosos somos como nos pintas. Es cierto que somos poco creativos, pero no somos malas personas. Y diría que podemos aprender a vivir. Es sólo que no podemos evitar la envidia.

8:01 AM

 
Blogger Javier Sanfeliú dice...

sergio, sergio, sergio... obvio que hay excepciones... y que no clasificas en estos... lo tuyo es nivel básico... hay otros que sólo son destructivos, profundamente destructivos. De esos son los de los que hay que arrancar despavorido.
Y está lleno. Creeme.

10:33 AM

 

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