LA DEFENSA DE LA ALEGRÍA

Estamos claros que vivimos en un mundo duro, que de un momento a otro te corta la cabeza y ya, te fuiste al no sé dónde. Un mundo donde ambiciosos y envidiosos se coluden para tratar de aplacar a los más incautos, y donde los más poderosos pierden el sentido del tener y son capaces incluso de derribar ética y moral.
Así las cosas, hay que defender la alegría. Te lo pueden quitar todo, pero no te pueden apagar ese estado del alma. En las peores dictaduras han habido bandas como los Twist o bien el movimiento Tropicalia que se hacía cargo de reirse de los dictadores a través de las canciones. No fue menor la ironía de los Prisioneros en Chile, donde, si bien había también amargura, no faltaba el rock and roll.

Así las cosas, bombas en países tiradas por Bush o por fanáticos musulmanes, hambrunas pandémicas y fortunas vergonzosas, los que no tenemos mucho que ver tenemos que hacer barricadas porque los más débiles caerán bajo el influjo de la tristeza. La lucidez indica que hay que tomar otro camino y reirse, con fuerza y sin miedo.

Benedetti -a quién no admiro mucho, me da un poco de lata su literatura pero hay que concederle que aquí atinó- escribió como respuesta a las dictaduras lo siguiente:

DEFENSA DE LA ALEGRÍA
a Trini

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defenderla alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

Por otro lado, hay una canción de café tacuba que me provoca una no menor alegría. Se llama puntos cardinales y dice:

amor y dulzura,
fuerza y coraje,
cuatro puntos cardinales
con los que navega ...
por calles y ciudades,
sin saber de nombres
nunca está perdido,
siempre está ubicado
donde éstas se encuentran

amor y dulzura,
fuerza y coraje,
cuatro puntos cardinales
con los que navega...
y cuando se pierde,
porque siente miedo,
olvida el pasado, no piensa en futuro, y eso es suficiente

no le envidie nadie,
nunca ambició de nada,
no debe obediencia a ninguno (x2)

Por calles y ciudades, sin saber de nombres,
nunca está perdido, siempre está ubicado donde estas se encuentran...

no le envidie nadie,
nunca ambició de nada,
no debe obediencia a ninguno (x2)

no debe obediencia a ninguno...
no debe obediencia a ninguno...

y si no te sirve nada de eso, piensa en esto:

Do You Realize - that you have the most beautiful face
Do You Realize - we're floating in space -
Do You Realize - that happiness makes you cry
Do You Realize - that everyone you know someday will die

And instead of saying all of your goodbyes - let them know
You realize that life goes fast
It's hard to make the good things last
You realize the sun doesn't go down
It's just an illusion caused by the world spinning round

Do You Realize - Oh - Oh - Oh
Do You Realize - that everyone you know
Someday will die -

And instead of saying all of your goodbyes - let them know
You realize that life goes fast
It's hard to make the good things last
You realize the sun doesn't go down
It's just an illusion caused by the world spinning round

Do You Realize - that you have the most beautiful face
Do You Realize

En fin, son cosas que pasan, de vez en cuando me doy cuenta de que uno, sin quererlo, empieza a perder su alegría debido a otros más oscuros o bien más tontos o bien quizás al idiota que es uno mismo, entonces estos ejercicios se hacen necesarios en un mundo altanero, inteligente y despiadado. De todos los lugares comunes, el que más hay que proteger con los dientes y a patadas, es el de la alegría, porque a vivirla vinimos. A buscarla al menos. Y qué se han imaginado los que pretenden que uno la pierda así como así, porque consideran que la conciencia del dolor humano es el marco teórico de la existencia. Las pelotas. Por cierto que es casi imposible hacer algo por los otros si estamos con la cabeza gacha, todos cagados mirando el suelo. Me he topado con varios de esos que propugnan la defensa de la tristeza, y viven envueltos de envidia y rabia por aquellos que pese a todo se revuelcan de la risa ante los desastres. Igualmente concientes, pero más inteligentes. Son ellos los que abren caminos con nuevas visiones, con propuesta originales y propositivas. Algunos están contra todo, otros están a favor de muchas cosas. Que otros vayan por caminos más espinudos porque consideren que eso es vivir, ok, allá ellos. Que hagan trizas sus ojos y rompan camisas y se tajeen gratuitamente. Y que se encierren dentro suyo y tiren la llave al río. Yo me voy por éste. He dicho.

Shiny happy people!
Salud