El curioso pueblo de yo (21 habitantes) y sus pésimas relaciones sociales mientras ofician de directores de radio en una ciudad atiborrada de gente curiosa e inquieta por la velocidad de las cosas que van y vienen sin preguntar nada así que respiremos profundo no hay más que jugar porque.... ¿qué vamos a hacer si no?

Sunday, June 25, 2006

KNOW YOUR NEIGHBORHOOD



El otro día, tipo siete de la tarde, suena mi celular. Una vecina. La sra. Irma del almacén que está junto al frente de mi casa, al lado de la botillería de Martín. De hecho Irma es hermana de Martín y también del Tavo, otro personaje del barrio.
El asunto es que la sra. Irma me dice "disculpe Javier pero no queremos pasar por copuchentos, la cosa es que hay una camioneta roja estacionada en su casa y han sacado una lavadora y una enceradora además de una cajas con botellas". Se me pararon los pelos y le dije que partía altiro para allá, que llamaran al plan cuadrante y aaaaaah. Llamo a la Carola, mi mujer para contarle que iba para la casa y la pava me dice: "ay se me olvidó contarte que le regalé la lavadora vieja a la nana junto a otras cosas". Falsa alarma. Y falta de comunicación en la pareja. Je. Al final, no pasó nada.

El tema es que mis vecinos estaban alertas. Me conocen, los conozco, tienen mis teléfonos, saben mi nombre. Nos tratamos de tú. El verdulero, don Pancho, me cuenta que siempre Ñuñoa ha sido así. Y que antes era más entretenido, porque para las fechas como el 18 se ponían de acuerdo y sacaban mesas, hacían una grande onda te club y compartían todos las distintas cosas que se hacían dentro de las casas. Un paisaje idílico, que me hace recordar mi infancia en la quinta región, ese lugar donde alrededor de dos cuadras a la redonda eran mi territorio, llenos de casas con gente que uno conocía. Y no es broma. No sé qué pasó pero así era antes. Un lugar donde no había casas sino personas conocidas. Al menos, siempre tenía donde esconderme.

Viví cerca de un año en un departamento en las Condes, y no conocí a nadie. A NADIE. Bueno, a un vecino que le pegaba a su mujer en el piso de arriba al cual una vez tuve que decirle que si seguía provocando incidentes tan agradables como ese se iba a ir preso. Entonces en ciertos barrios, cuando hay delincuencia, dan demasiada ventaja. No se conocen ni ellos. No se reconocen rostros, se tiene temor y peor aún, lata de conversar con otros. Entonces, paguen el pato. Déjense tomar por los cumas que asaltan.

Por último el enfoque que se usa en este país para atacar la delincuencia siempre abre con la palabra seguridad. Creo que está errado ese enfoque. Uno debiera utilizar la palabra tranquilidad antes que seguridad. Porque la seguridad apela a aplacar el miedo, mientras que la tranquilidad a la obtención de felicidad. Y en ese punto en especial los medios debieran hacer una campaña de "conoce a tu vecino, tómate tu barrio, tu calle". No sólo informar, sino hacerse parte participante generando un movimiento a nivel país. Pero no lo hacen, quizás porque no es auspiciable. Yo creo que sí lo es. Hay marcas que debieran interesarse en jugar un papel social interesante. Una mini revolución de calles. Tomarse las calles como lo hicieron en Barcelona, con un alcalde movilizado. No como se hizo en Nueva York, con un plan de tolerancia cero que metió dentro de las casas a todos sus habitantes. Prefiero tomarme los parques y las calles antes que tener hordas de policías. me gusta más el ejemplo catalán que el esquema mano dura de Guiliani, que sacó ejercitos, limpió barrios pero no derribó el miedo. Escondió a la gente en sus casas y les vendió alarmas y piezas de pánico a todos. Lucrar con el terror es algo que en sí mismo da espanto. Barcelona se tomó las calles y la delincuencia disminuyó notablemente. Recuperaron barrios completos.

Desde la República Independiente de Ñuñork les digo: conozcan a sus vecinos. Hay gente rara, claro, partiendo por uno. Gente mejor y peor que uno. Pero la conciencia de barrio es lo primero. Porque como dije, no da más seguridad, sino tranquilidad saber que somos un grupo de gente organizada. Y la tranquilidad da felicidad. Ese estado de libertad permanente que al parecer no quieren sentir en otros barrios que esconden trancas bajo el rótulo de la "privacidad".
"Mi barrio, mis amigos, YO FELIZ" Esa es la actitud. Así echaremos para afuera a todos los macacos amigos de lo ajeno. Nosotros, no un gobierno ni una institución.

Ya. Me tengo que ir a buscar unas paltas que le encargué al Pancho. Trae siempre unas bellísimas. Y por cada cinco, me regala una. Así quién se caga de onda.

13 Comments:

Blogger Jorge Enrique Díaz Pérez dice...

También vivo en Ñuñoa y pese a que vivo en un edificio (igual es chico, de cuatro pisos no más) tengo onda con un par de vecinos y con el conserje. Es cierto y raro al mismo tiempo eso ¿Por qué no podrá pasar en otras comunas lo mismo? Al fin y al cabo, somos los mismos ¿No?

Gran post...

Saludos,

4:34 PM

 
Blogger nadie dice...

Claro. Así es la cosa. Los conocemos de nombre y no sólo por el mentado asunto de la delincuencia, sino también por esa vieja cosa de la solidaridad y présteme una taza de azúcar, se me echó a perder el refri, me cortaron el teléfono. Casas permeables, comunidades que se construyen a partir de la integración.
Al fin y al cabo esto también se relaciona con el divinísimo anticristo,desde la diferencia un integrante de su comunidad -heterogénea y diversa- que lo reclama libre y de nuevo en casa. Me parece un buena oportunidad para hablar de estas cosas ¿no? sobre las cárceles que construimos entre todos, a no pasarse de listos que la contribución es amplia desde las más diversas disciplinas y profesiones.

5:04 PM

 
Blogger Chamila Rodríguez ACTRIZ dice...

Hola un gusto pues!
Me hizo mucho sentido lo que escribes. Me crié en Centroamérica, Costa Rica y Nicaragua con una cálida cultura de barrio, donde todos nos conocíamos y nos cuidábamos.
Existen pequeños oasis aquí en Santiago donde se cultiva aún ese maravilloso espíritu de barrio.
Qué bien!

5:19 PM

 
Blogger Rodolfo García dice...

la cultura de barrio...soy amigo del guatón que es dueño del bar de la esquina, se llama Punto Rojo y es muy piola, no creo que lo conozcas (una vez me encontré con Pablo Solís ahí, el cabro más rewena onda del cine chileno), y de la señora de la botija de la misma esquina...
mmmhhh. no sé, es tan relativo...es relativo pues justo hace unos días postée acerca de la inseguridad y de las amenazas externas, es un poco un anti post a lo que escribiste, de hecho se llama Too close and I'm getting scared...es acerca de una pareja que encuentra detalles extraños en su casa, la nueva, pues la anterior estaba llena de espectros....hay que saber de quien cuidarse, a veces de los vivos, a veces de los muertos, y de aquellos que miran mucho a tu señora, jejejej
Pase a leerlo a ver si le gusta...
salu2...
A todo esto, que pasó con la idea de la radio, nunca soltó la pepa...
Mañana voy a Concierto, a presentar a una japonesita que le encantará, pues es la prima espiritual de Sigur Ros, pop naif y celestial, ojalá lo escuches....sale en la noche del jueves, a las 22:15.

5:55 PM

 
Blogger camafeo dice...

Yo ha vivido toda la vida en el mismo lugar. Nací aquí.
Por lo mismo casi todos nos conocemos. Pero no nos relacionamos mucho, una cosa no siempre es consecuencia de la otra.
Antes tuve una vecina, la Chela, que siempre estaba alerta a nuestra casa si no estábamos, ahora se fue y la echamos de menos.
La otra semana se hizo elección de junta de vecinos. Por primera vez es abierta y participa más del 20% de la gente. Quedó gente de confianza en la directiva. Deberíamos cerrar las calles algunos días. Ya lo hemos hecho alguna vez. Y elegir reina.
Le voy a decir a las tías. Seguro les gusta la idea.

Un abrazo.
Fco.

6:58 PM

 
Blogger Shidi ! dice...

Yo no tengo cultura de barrio buaaa!!
y tengo culpa tb en eso...
vivo en un condominio de diez casas y hace un mes entraron a robar a la casa de mi vecina un domingo a las siete de la tarde... Por la ventana del frente, y nadie vio nada.
Yo ya me propuse hacer una reunión para conocernos, porque a veces no sé si está entrando el cartero o el vecino de la casa D.
Una verguenza... gracias por el llamado a la conciencia Javier, salu2
Shidi !

7:08 PM

 
Blogger vilma dice...

LOCO!

8:20 PM

 
Blogger Cristian dice...

Toda la razón, cuando tienes vecinos a los que conoces, puedes salir con la confianza que al menos si ven algo sospechoso, se van a preocupar. Además, como no va a ser agradable salir y ver caras que te resulten amigables? Aun cuando no sean tus amigos.

Saludos

8:39 PM

 
Blogger Rodolfo García dice...

Esa chica que te mencioné, Caroline, la japonesa del jueves, tiene una canción que se llama "Bicicleta", respecto a su barrio de niña, ése con calles favoritas y amigos de infancia:
"No puedo recordar muchas cosas,
pero me acuerdo de tu bicicleta,
y de cómo me robó el aliento"...
Si cada cual pudiera volver a esas andanzas, todo sería mejor...al viento en la cara, al sol encima y al barrio de la niñez, al estado de asombro de esa época, donde todo era nuevo, como después de la lluvia, cuando sale la luz y aparecen las montañas nevadas...
Salud!

1:34 AM

 
Blogger Vero dice...

es lo que pretendemos hacer cuando lleguemos, en septiembre a nuestra bueva casa: conocer a los vecinos. Al final de cuenta saberse el nombre de la persona que vive a tu lado te da el beneficio de poder ayudar o ser ayudado en la medida de lo posible. En nuestro departamento ctual, la cosa es un poco así también. En mi refrigerador están colgados los teléfonos de todos mis vecinos.
Cool.
Oye, sobre lo del Kino... sin comentarios, yo creo que el que recibirá el disco (ok, puedes elegirlo), serás tú... jajjajjaja
saludos,
v.

8:24 AM

 
Blogger Lucy dice...

Tuve la suerte de crecer en un barrio, recuerdo que con mis hermanos jugabas hasta las 10 de las noches,y mis padres creo que nunca tuvieron miedo de que nos pasara mientras estábamos en la calle.

Hasta el dìa de hoy conozco a los vecinos que viven cerca de mi casa, ni siquiera sé sus nombres , pero me gusta conversar con ellos sobre el clima o sobre las razas de sus perros.

Prefiero los vecinos copuchentos, asì no tengo problemas en encargarle mi hogar cuando no estoy.

8:44 AM

 
Blogger dubó dice...

que excelente es vivir en un barrio. yo vivo en provi, cerca de santa isabel con salvador, y no se mueve ni una hoja en el pasaje, sin que mi señora lo sepa. lo bueno es que claro, podemos salir los fines de semana sin preocuparnos por nada, a pesar de no tener defensas grotescas en nuestras ventanas. ademas acogimos una perrita que ya es del pasaje y se llama "perra duca". hasta la marcela osorio, que vive en el fondo, le da comida. en fin. los beneficios son interminables. saludos

11:30 AM

 
Blogger Paitoca dice...

A dos cuadras de mi casa de infancia, había un negocio, "donde la Sra. Juana" le decíamos. La señora, bien ogro pa' sus cosas y sinvergüenza como ella sola, siempre fue el punto de distribución de las copucha del barrio. Todos sabíamos de los demás gracias a ella y si alguien necesitaba saber era cosa de ir a comprar algo... eso era hace unos 20 años. Hace dos meses nos enteramos (con dos semana de retraso) que la "Sra. Juana" se había suicidado, y que había sido encontrada una semana después sólo porque una vecina comenzó a extrañarla y a sentir un mal olor. Llamaron a carabineros, entraron y la encontraron!!!!.... nadie antes se dió cuenta de su ausencia... NADIE!!!!. Dos semanas después, su cuerpo aún seguía en el instituto médico legal en espera de que un familiar directo fuera a retirarlo... ella no tenía familia, toda sus cosas las donó al Hogar de Cristo (creo que para calmar su conciencia... que jucio, no!?). Al final, nunca supe qué pasó... nos fuimos del barrio hace más de un año... ya no hay contacto para saber más... una pena... una vergüenza... que miedo morir así.
Bueno, conoceré a mis vecinos... sobretodo pensando que en octubre me voy a vivir a mi barrio definitivo, Ñuñoa ;)

2:04 PM

 

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