AMORES PERROS III

Tengo cinco perros. A comienzos de este año eran tres y estaba todo bien, pero un par de descuidos y son cinco. La penúltima, Aretha, es una perra gigante que no deja de crecer; la última, la Jale, es una quiltra que se echó a dormir afuera de la casa y que fue imposible dejar de lado. Le dije a mi mujer que se hiciera responsable de llevarla al veterinario, a sacarle una mancha de pintura azul en el lomo -le habían pasado un brochazo sobre el lomo y estaba con una alergia que parecía tiña, pobre- que la desparasitara, y maldita sea, lo hizo todo y ahí está. Con el número cinco.

Mis otras tres perras no entienden nada.

A medida que voy creciendo me voy llenando de perros y a ratos pareciera que es por la poca fe que estoy teniendo en el ser humano y sus escasas manera de vivir por los demás. Suena a que uno fuera un perfecto santo, pero no, simplemente no soy uno de esos que se quiere salvar a costa de otros. Soy más bien un perro, creo en la fidelidad con el resto, aunque haya tenido mis momentos de debilidad. Con un par de pelets, ya estoy listo. No necesito el saco entero. Está lleno de gatos.

Debo ser padre YA. Estuve pensando en tener un bulldog francés. Mejor un humano para hablar del agua y el sol y no de el estado de la pega o la calidad del humano. Por último, no soy quien y doy la lata. Preferiría a estas alturas darle la lata a un humano chico.

Cambio y Fuera.

pd: ¿alguien tiene un familiar en una empresa de comida de perros? Necesito el contacto URGENTE.