El curioso pueblo de yo (21 habitantes) y sus pésimas relaciones sociales mientras ofician de directores de radio en una ciudad atiborrada de gente curiosa e inquieta por la velocidad de las cosas que van y vienen sin preguntar nada así que respiremos profundo no hay más que jugar porque.... ¿qué vamos a hacer si no?

Monday, June 26, 2006

LA INSOPORTABLE NORMALIDAD DEL SER


Vístete Polo. Usa Dockers. Habla de farándula. Sigue una moda. Aféitate. Córtate el pelo. Lustra tus zapatos. Abrocha tu camisa. Endereza tu corbata. Pronuncia bien el inglés. No hables del miedo a la oscuridad. Habla del ipsa, del cobre, del dolar. Nunca, NUNCA bailes arriba de los pianos, no pongas los codos sobre la mesa, usa los servicios de afuera hacia adentro, el plato izquierdo es el tuyo. No metas ruido con el vaso. Mira la serie que ven todos.

Una sociedad que esconde a sus locos está enferma. Sometida a sus miserias, a sus miedos y formalidades. Como dijo mi amigo Fortuño, la psiquiatría más progresista concuerda en que la única razón para encerrar a alguien es que sea un peligro a la sociedad. Y si fuera por eso, varias decenas de asesinos y ladrones compulsivos debieran estar presos y hoy andan libres disfrazados de seres normales, incluso respetados y con escolta. El Divinísimo Anticristo jamás le hizo daño a nadie, salvo lanzar un par de puteadas a algunas cuicas temerosas. Desde que llegué a Santiago que lo vi circular por Lastarria y más de alguna vez llegaron a mis manos sus escritos. El y el hombre de los dibujos, ese barbudo que fuma como condenado, eran el barrio, son nuestra ciudad tal cual es, sin arreglos ni ornamentos.

Además, qué arribista y cuma es la situación si miramos a los principales referentes de esta sociedad que se niega a cada rato: ¿Se imaginan la de cerros de encerrados que tendrían en Nueva York, Londres y París? Está lleno de locos y vagabundos, mezclados con el paisaje opulento de esas ciudades. Cantan en los metros, bailan en las calles, hablan solos en los parques. Y aquí en Santiago, los esconden. Está lleno de familias con parientes que tienen problemas. Las hay que esconden, las hay que integran. No hay donde perderse. Se vive mejor. Lo sé bien de cerca.

El encierro del Divinísimo Anticristo pone en el tapete nuevamente la antigua pugna entre dos mundos antagónicos. Dos morales contrapuestas. Veamos qué diplomas se lleva qué lado.

Patricio Fernández puso el tema en el tapete, para variar desde el The Clinic.

El hombre era feliz en la calle. Con eso basta. Así lo dijo. Y si sale, si vuelve a su atmósfera santísima, déjenlo ahí, en la calle, tranquilo, en su mundo, que no salga en la televisión, no lo volvamos un juguete de nuestra propia neurosis o esquizofrenia y menos de nuestra manoseada solidaridad. En la calle lo volvemos a poner y ya está. Como si nada hubiera pasado. Y seguimos el camino. Y nos cruzamos un día de invierno con él en una esquina. Y le compramos un escrito. Y ya. Listísimo.

Qué miedo da pensar que nos olvidemos. Que lo dejemos pasar. Y sigamos más locos aún, libres porque pagamos, con nuestros carritos de supermercado comprando como máquinas, enfermos, pero aceptados por una sociedad que se cae a pedazos debajo de tantas contradicciones. El Divinísimo no se compró esta farsa, su carro de supermercado estaba lleno de calle. Da para pensar quién está más loco, ¿no? Da para pensar en lo paradójico que es su carro de supermercado, un símbolo demasiado radical. De que la vida está más viva que uno y entrega mensajes que no todos pueden leer. Pero mejor no sigo, puedo llegar lejos y a estas alturas capaz que me encierren. Y que nadie me reclame.

"siempre rechacé que me comprendieran. Ser comprendido es prostituirse. Prefiero ser tomado como lo que no soy, ignorado humanamente, con decencia y naturalidad"

Fernando Pessoa (Aka Bernardo Soares en El Libro del Desasosiego)

Sunday, June 25, 2006

KNOW YOUR NEIGHBORHOOD



El otro día, tipo siete de la tarde, suena mi celular. Una vecina. La sra. Irma del almacén que está junto al frente de mi casa, al lado de la botillería de Martín. De hecho Irma es hermana de Martín y también del Tavo, otro personaje del barrio.
El asunto es que la sra. Irma me dice "disculpe Javier pero no queremos pasar por copuchentos, la cosa es que hay una camioneta roja estacionada en su casa y han sacado una lavadora y una enceradora además de una cajas con botellas". Se me pararon los pelos y le dije que partía altiro para allá, que llamaran al plan cuadrante y aaaaaah. Llamo a la Carola, mi mujer para contarle que iba para la casa y la pava me dice: "ay se me olvidó contarte que le regalé la lavadora vieja a la nana junto a otras cosas". Falsa alarma. Y falta de comunicación en la pareja. Je. Al final, no pasó nada.

El tema es que mis vecinos estaban alertas. Me conocen, los conozco, tienen mis teléfonos, saben mi nombre. Nos tratamos de tú. El verdulero, don Pancho, me cuenta que siempre Ñuñoa ha sido así. Y que antes era más entretenido, porque para las fechas como el 18 se ponían de acuerdo y sacaban mesas, hacían una grande onda te club y compartían todos las distintas cosas que se hacían dentro de las casas. Un paisaje idílico, que me hace recordar mi infancia en la quinta región, ese lugar donde alrededor de dos cuadras a la redonda eran mi territorio, llenos de casas con gente que uno conocía. Y no es broma. No sé qué pasó pero así era antes. Un lugar donde no había casas sino personas conocidas. Al menos, siempre tenía donde esconderme.

Viví cerca de un año en un departamento en las Condes, y no conocí a nadie. A NADIE. Bueno, a un vecino que le pegaba a su mujer en el piso de arriba al cual una vez tuve que decirle que si seguía provocando incidentes tan agradables como ese se iba a ir preso. Entonces en ciertos barrios, cuando hay delincuencia, dan demasiada ventaja. No se conocen ni ellos. No se reconocen rostros, se tiene temor y peor aún, lata de conversar con otros. Entonces, paguen el pato. Déjense tomar por los cumas que asaltan.

Por último el enfoque que se usa en este país para atacar la delincuencia siempre abre con la palabra seguridad. Creo que está errado ese enfoque. Uno debiera utilizar la palabra tranquilidad antes que seguridad. Porque la seguridad apela a aplacar el miedo, mientras que la tranquilidad a la obtención de felicidad. Y en ese punto en especial los medios debieran hacer una campaña de "conoce a tu vecino, tómate tu barrio, tu calle". No sólo informar, sino hacerse parte participante generando un movimiento a nivel país. Pero no lo hacen, quizás porque no es auspiciable. Yo creo que sí lo es. Hay marcas que debieran interesarse en jugar un papel social interesante. Una mini revolución de calles. Tomarse las calles como lo hicieron en Barcelona, con un alcalde movilizado. No como se hizo en Nueva York, con un plan de tolerancia cero que metió dentro de las casas a todos sus habitantes. Prefiero tomarme los parques y las calles antes que tener hordas de policías. me gusta más el ejemplo catalán que el esquema mano dura de Guiliani, que sacó ejercitos, limpió barrios pero no derribó el miedo. Escondió a la gente en sus casas y les vendió alarmas y piezas de pánico a todos. Lucrar con el terror es algo que en sí mismo da espanto. Barcelona se tomó las calles y la delincuencia disminuyó notablemente. Recuperaron barrios completos.

Desde la República Independiente de Ñuñork les digo: conozcan a sus vecinos. Hay gente rara, claro, partiendo por uno. Gente mejor y peor que uno. Pero la conciencia de barrio es lo primero. Porque como dije, no da más seguridad, sino tranquilidad saber que somos un grupo de gente organizada. Y la tranquilidad da felicidad. Ese estado de libertad permanente que al parecer no quieren sentir en otros barrios que esconden trancas bajo el rótulo de la "privacidad".
"Mi barrio, mis amigos, YO FELIZ" Esa es la actitud. Así echaremos para afuera a todos los macacos amigos de lo ajeno. Nosotros, no un gobierno ni una institución.

Ya. Me tengo que ir a buscar unas paltas que le encargué al Pancho. Trae siempre unas bellísimas. Y por cada cinco, me regala una. Así quién se caga de onda.

Friday, June 23, 2006

QUIERO HACER OTRA RADIO


Tengo una buena idea. Y es buena pero buena buena. ¿Alguien tiene una antena?

Tuesday, June 13, 2006

WHAT'S GOIN' ON?


La televisión abierta se está volviendo loca. Confieso -a inequívoco riesgo de provocar desconfianzas- que no consumo en demasía ese producto local. Temo volverme un ser extraño. No he visto Lost ni la Esclava Isaura, la primera porque me producen adicciones las series gringas -six feet under y los soprano me obsesionaron, por nombrar dos- y la segunda por lata, básicamente, no veo teleseries desde Los Títeres. No, miento. Vi la Fiera y me reí harto. Pero la televisión abierta en sí me aburre porque o es competencia entre gente rara o pelambres sobre la misma gente. Pero la veo. La veo como quien se rasca el trasero en una cola de banco: mecánicamente.

La Bolocco con Camiroaga sacándose el sostén (un día de frío) o Claudia Conserva liberada (no la vi, lo leí adivinen dónde) enamorada de un fierro del Pasapoga, son al menos dos momentos raros. El mismo Camiroaga ya había andado el pelota con la abuela Tunick y a caballo, pero bueno, el hombre siempre ha estado dispuesto a juegos y la cosa. Eso no me llama tanto la atención, como sí lo hacen personas que buscan integrarse a un Chile supuestamente más "liberal", para no quedarse abajo del caballo. y si a Israel le va como le va, es que Chile está lejos de serlo.

Buenos Días a Todos también ha sufrido mutaciones, Ricardo Soto tiene una sección que se llama "a nadie le importa" y habla de la revista Time y sus portadas. Tonka explica el origen de la palabra asesino y cuenta ante dueñas de casa atónitas -a las que se les llega a caer la chancaca de la impresión- porque viene de unos árabes que consumían hachis y se volvían malos como el mismo Malo y salían a cortar cabezas de puro volados. Los hachisinos. Igual a Tonka le perdono todo. Me hace bien al despertar. Es el gato siamés de Chile.

Me gusta algo Rec porque no trata de nada en especial, tampoco descueran y Caprile no le puede caer mal a nadie. Es la cara de la clase media. Un piola. Pero hay más.


Vodanovic con caña en Vértigo Extreme fue otro momento curioso, producto de la mente torcida de la gente que arma editoriales. La miseria de los grandes ídolos de la tv debe dar incluso cáncer. Mirar como caen debe ser tan peligroso como fumarse tres cajetillas diarias de Marlboro sin filtro. Paulina Nin peinando a su Barbie, Pilar Cox con cara de ravotril de 500, Vodanovic negándose a cambiar de pieza con un par de copetes de más. Muy raro son la Argandoña y la Maldonado vivas aún. ¿No se desintegraron con la llegada de la democracia? No, entonces, tampoco tan liberal el país.

Primer Plano ha logrado momentos de belleza dominatrix con Daniella Campos, en una suerte de sala de torturas gótica de la nueva televisión. Por dinero, como se dijo explícitamente ahí. O bien, con un señor musculoso que venía saliendo de una clínica psiquiátrica que tiene escaso control de la ira. Chilevisión, un canal notable, a ratos mejor que otros más grandes, arriesga demasiada imagen haciendo lo que hace en este programa.

Lo cierto es que hay una televisión hecha para ser odiada, para ver el desplome de gente que estuvo arriba mucho rato, ante la mirada siempre envidiosa de los telespectadores que gozan desde que esto le lleva circo. Circo Romano digo. Se echa de menos una televisión para ser amada, para enorgullecerse de quienes nos muestran. Parece que no hay no más. Curiosamente, la Tele o Yo de Julio César apuntaba para allá, y no tuvo el éxito esperado. Se podrá decir que fue por culpa de él, sus tics y todo lo que lo pelan (tampoco estoy tan al tanto pero hasta el auto sale en LUN), pero fue un programa donde bandas chilenas tenían su espacio, donde habían ídolos republicanos sentados conversando. El problema es que también estuvo Cuadra, por ejemplo, que no digamos es alguien para enorgullecerse. Un gran articulador pero no era alguien a quién queríamos ver "en buena onda". La Tele o Yo bien pudo haber sido el Liguria de la televisión. Pero cayó en el pecado de lo freak. Pudiendo haber sido un lugar para exaltar a nuestros chilenos buenos, que los hay, se volvió caricatura. Se volvió freak. Pero había un camino. Quizás se dirigió a un público demasiado brutal a la hora de criticar. Un riesgo innecesario a la hora de hacer televisión abierta.

Duda: ¿por qué el profesor Rossa tiene a minas en tanga nadando con tiburones? Ya, ok, si vamos al campo profundo nos dirán que "dos tetas tiran más que una yunta e' bueyes pue", pero, ¿será tan lineal el truco? ¿Subirán el rating las pechugas, hoy por hoy todas iguales? Al menos fueran naturales. De verdad.

La ficción local no está nada de mal. Buena producción. Por ahí debiera encontrase un camino, cuando los guionistas busquen historias más disparatadas y cómicas, y se puedan inventar arquetipos que se hagan memorables. Hoy se ha perdido esa capacidad de encontrar a un Canitrot, a un garganta de Lata. Hay poco de aquello. Porque de tragedias, infidelidades, historias urbanas encañadas, asesinatos, fantasmas y polvos hot, hay harto. Perfectamente se podría inventar un Friends, algo más alegre. Porque hay gente feliz en Chile. Pese a todo, se ríe el hombre, pero es menos tonto de lo que piensan. No les vaya a pasar que estén perdiendo una gran oportunidad pensando que los televidentes son idiotas. Miren que se decía lo mismo de los jóvenes actuales. Puros drogadictos, tontos y vagos que no estaban ni ahí. Y ya sabemos que van por otro lado.

¿Las noticias? Bah, probablemente han hecho grandes esfuerzos por salir de pautas de crónica roja. Casi todos. Quizás asuntos como reporteros estén bien, que se haga y se muestre historia, noticias de gente pequeña que vive en el altiplano y que se las pela, también son tema a encontrar. Si yo fuera periodista, haría eso: buscaría temas. Buenos temas. Haría noticias con mejor gancho y con más espíritu. No creo que vivamos en ese país que muestran. Duda: ¿Por qué siempre ponen a Massive Attack en notas como "el neoprén y la juventud"? Ocupan mal la edición, les faltan discos, son estéticamente raros, como torcidos. Bueno, hay más, mucho más. Bueno, es mi deformación, soy un freak. Soy peor. Soy publicista. Una tribu que siempre piensa que hubiera sido mejor de otra manera. Incluso entre nosotros mismos.

¿Por qué tanto panel con tanta persona hablando de tanto tema sin importancia? Me llama fuertemente la atención. Quizás es mas fácil hacer que marcas se asocien a "rostros". Así es como los he visto echarse cremas, comer tallarines, tragar helados y besar suelas de zapatos y después hablar de gente que se pone poto y tetas. ¿Es raro o no? Algo huele mal en la Dinamarca de la tv.

No sé, la tele está disparatada. Algo está pasando. ¿Usted qué opina? ?Ve tele? ¿Se cree usted Larry Moe? ¿Conoce a ese gran personaje? Digo, hablemos de tele abierta, no cable. Que es otro cuento. Muy distinto. Ni mejor ni peor, sino distinto. Que por cierto, me gusta harto más.

Tuesday, June 06, 2006

MI AUTO Y LOS PINGUINOS


Tengo un auto que encuentro tremendamente rico. Es un Citroen C3, una citrola del siglo XXI con más comodidades de las que alguna vez soñé tener después de una adolescencia y juventud en dodge patas o arriba de las micros amarillas que ocupé más de la cuenta. Tuve hasta una polola en el Arrayán que iba a ver todos los días desde el Parque Forestal, y ademas estudiaba en República. Me pegué viajes a pata harto rato hasta que entré a trabajar como enano y años después tuve mi primer auto.
Pero bueno, hoy mi carromato es increible. Primero que nada, no se llueve, no me deja botado (es del año), es económico y fácil de estacionar. Bonito. Tiene radio con CD. A veces pienso que es demasiado bonito para ser mi auto, pero en fin. Es el auto más caro que tendría, me costaría tener un audi y mucho más un mercedes benz, provocan cosas extrañas y feas en la gente: desbordan envidias duras. Y mi clase media culpógena, ingenua y socialistoide me impide pensar en más ostentación. Debería pegarme con una piedra en los dientes por tener un auto como el que tengo. Mi C3 es mi Maserati 2.007. Menos mal en todo caso. De lo contrario estaría endeudado hasta las orejas como hartos que se hacen los millonarios y para pagar el carro de lujo compran jugo en polvo. Prefiero tomar mi pap antes de eso.
Pienso entonces en la educación, en la mala repartición de la riqueza, en la escasa meritocracia de este país. Y a veces siento que muchos no se dan cuenta de que pocos van metafórica y literalmente, en autos muy caros por la vida. Tan poco claro lo tienen que se indignan con los desmanes en el centro, con los saqueos. Por cierto, que poca historia han leido. Quizás la mala educación alcanza a nuestra generación rápidamente. O sufrimos de amnesia. O de bloqueos automáticos para borrar culpas. Basta con pensar en Luis XVI que, al preguntar qué gritaba el pueblo (que más tarde lo iba a guillotinar en la plaza de la concordia), al escuchar que pedían pan dijo: "bueno, a falta de pan, buenas son las tortas". Bueno, perdió la cabeza. Si es que la tuvo puesta alguna vez. Un tortazo. Los visigodos se aburrieron de trabajar por nada en las fronteras del Imperio Romano (pidieron protección arrancando de Atila) y dejaron la cagada. Los romanos, con una cara de raja propia de imperialistas, les habían quitado hasta a las minas. Y a los visigodos no les venían con pillerías. Desolaron gran parte del imperio de los laureles en la pelada. Y así, una y otra vez, siempre lo mismo. Esto de Chile hoy, es nada. Literalmente nada, pudiendo ser más grave. Mis tías momias que se horrorizan por una hormiga no saben mucho de historia. Sólo leen La Segunda. Y saben de alarmas en las puertas. En fin. Nadie elige la familia donde nació.
Me han preguntado qué pienso de la marcha pinguina, de la situación actual, y sólo puedo decir: pienso que algunos andan en autos muy caros, mientras otros van, literalmente, en un pésimo transporte. Por cierto que creo en el desarrollo personal, en que todos mediante su esfuerzo logren llegar a la cima del monte. Pero cuando se da la partida, algunos van con botas full tecnológicas y otros a pata pelada. Y eso me parece perverso e injusto. Porque provoca indignación, rabia, odio, ganas de justicia. Y muchos ven en el asalto y la violencia el único método real de obtenerla, porque en el baile éste, muchos sobran.
Muchachos del blog, chicas lindas, pinguinos todos: si tuvieron educación y acceso a la salud; si tienen un chocolate rico para después del una deliciosa comida con buen vino, si están sentados frente a un computador en su casa, déjenme decirles que van en un rico auto por la vida. Y que es suficiente, para qué más opulento el modelo. Un auto que sólo tiene el 10% de este país. Un 10% que debe empezar a pensar cómo hacer que otro 10% pueda hacer lo mismo y así. Porque exigirle al gobierno de turno que saque conejos de un sombrero no seria justo si nosotros, la ciudadanía, no nos volvemos solidarios, concientes y organizados en pro de la equidad más días al año que el de la teletón o para cada puto terremoto.

Los desbordes sociales siempre son por la misma razón: desigualdad. Hasta cuándo. Qué haya que decirlo. La historia lo dice siempre. La UP fue así. Sólo en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda hubo una reforma educacional sin previa ebullición social (bueno, sí, la creación del frente popular llenó un vacío y en sí fue revolución, democrática por cierto), pero bue, ¿por qué entonces hay que esperar que los cabros se enojen para entregar signos de mejoras? Si la plaza pública fue reemplazada por la televisión, ¿por qué no hacer públicos estos cambios a todo el país antes de que suene la tetera? ¿O la tetera es el indicador de que ya es tiempo, antes nos hacemos los locos? La paridad no es tan necesaria como la equidad, Michelle, no me destiña en tonteras lógicas. ¿No ve que me deja mal ante harto desagradable que se aprovecha del pánico para decir que todo está como el caqui? Sea más pilla, por favor. Llame por teléfono a Insulza.

Y no me vengan con huevadas, vivimos en un mundo donde dar está devaluado; donde tener es un deporte que practican todos apenas tienen un ingreso más o menos; donde la sobriedad está en baja y la ostentación en alza.
Eso, eso pienso a esta hora. Debería estar durmiendo, lo sé. Mejor callar y seguir mi camino.


pd: en fin... igual deberé cambiar mi super carro, tarde o temprano, por una camioneta con pick up. Usada y como sea. Ojalá nueva eso sí. Mis perros me lo exigen. ¿Nadie me quiere regalar una?

Thursday, June 01, 2006

CATALOGO CONCIERTO


Volvió un clásico de la concierto al aire, el catálogo. Pero no sólo volvió, sino que se amplió. Dos horas. De 15:45 a 17:45, sólo música para todos los que no pueden vivir sin música. Durante mi paso como director de ese lugar salieron muchas canciones que con el tiempo se volvieron pequeños grandes clásicos. No me cabe duda que en este período de Natalia eso volverá a pasar. Hay un equipo detrás que ama los discos. Mucho. Por cierto que ya se abrieron muchos espacios para la diversión y la opinión. Teníamos esta deuda con las canciones. Y la van a pagar en efectivo.
Vamos a ver cuánta gente que declara necesitar música nueva existe. Cuántas ganas de revisar discos con canciones que se te pueden haber pasado. Porque es fácil subir de rating, pero es complejo cuando privilegias la calidad y la apuesta. Aquí hay una jugada dura, difícil, pero necesaria para sentir que se ponen todas las fichas en lo que más amas.
Si te gusta la música, ayúdalos y hagamos correr esta noticia. Al menos para mí, es emocionante y tremenda. Porque, al igual que nietzsche, pienso que la vida sin música sería un error fatal. Asi de loco. Y que.

pd: tiene blog. A la derecha está linkeado.



Bonus track1: Flaming Lips, Hágalo Usted Mismo.



bonus track2: Flaming Lips revolviéndola.



bonus track3: Flaming Lips, epifanía neo hippie "do you realize"