El curioso pueblo de yo (21 habitantes) y sus pésimas relaciones sociales mientras ofician de directores de radio en una ciudad atiborrada de gente curiosa e inquieta por la velocidad de las cosas que van y vienen sin preguntar nada así que respiremos profundo no hay más que jugar porque.... ¿qué vamos a hacer si no?

Monday, December 26, 2005

ESE MODELO DE EXITO



Cerrando el 2.005 me he topado con la inevitable necesidad de hacer un recuento personal, midiendo qué tan exitoso ha sido el año 2.005. Y claro, profesionalmente me ha ido muy bien, pero no es porque me hayan subido el sueldo, sino porque cerré una etapa y abrí otra sin pasar por encima de nadie, sin robar ni mentir, sin artimañanas sucias. Seguí haciendo cosas intentando pensar en otros y no tanto en uno mismo. Sí, suena a catolicismo, pero no hay otra manera de olvidarse de uno y sus rollos si no es en ver qué podemos hacer por los demás. Y no soy un Hombre Santo. No. Soy más bien un tipo que quiere ser un buen hombre. A veces tropiezo, a veces me levanto. Pero sumo y resto y me sigo cayendo bien. Debo compartirlo.
Bien podría estar ganando menos y tener más tiempo, lo cual me hubiera hecho más exitoso aún, pero espero eso se dé con fuerza el 2.006.
Otra cosa que me hace sentir exitoso es que puedo seguir viniendo con mi buzo pilcha y mis zapatillas rojas, a veces sin afeitar, y nadie me dice nada. No hubiera podido estar tranquilo en la vida si tuviera que usar uniforme de éxito, camisas con caballitos y dockers. Claro que tengo algunas con cocodrilos y Naomi Klein me odiaría, pero las uso sólo cuando es absolutamente necesario, no para aparentar que soy algo o alguien que tiene más éxito que otros.
También fui exitoso porque sigo con la mujer que quiero, y vaya que la quiero. Me gusta y me cae bien.
Pude dejar de fumar cuando quise y retomarlo cuando se me ocurre. me gustan mis tres días a la semana sin cigarrillos y me gusta fumar harto cuando salgo.
Debería bajar la guata este 2.006. Ahí fracasé. Debo retomar el deporte. Hace bien para la cabeza y el ego.
Pero una sola cosa me hace tremendamente exitoso: nunca creí en Gordon Gekko, el señor de la foto. Los que recuerden algo de Wall Street, esa película de Oliver Stone, recordarán a Gordon Gekko, ese yuppie despiadado que lo quería todo para sí. Nunca fui él. Nunca creí que había que arrasar con la competencia y menos profitar de ella. Nunca creí en ese capitalismo salvaje donde la moral es la misma que tienen los rottweiller por un pedazo de carne. Y claro, tener éxito como nos enseña la vida en el sistema de libre mercado tiene de eso, y haber llegado a algún lado sin haberlo hecho enaltece a todos los que no lo hicimos. Todos los que no queremos ni admiramos a Gordon Gekko y sus maneras.

Escuché hartos discos y leí más libros que el 2.004. Eso es avance, sin duda.

El fracaso es mejor profesor que el éxito, está claro. Pero también depende de qué éxito haga clases, ¿no?

En fin. Me asaltan dudas: ¿Qué es éxito para usted, que deambula de vez en cuando por esto de los blogs? ¿Me contaría? ¿Fue exitoso su año? ¿De qué manera? ¿Cuál fue su triunfo o su fracaso, como asumió esas cosas el 2.005?

Tuesday, December 13, 2005

HAGAMOSLA BIEN ENTONCES


En el post de abajo dejé clara mi postura sobre quien debe gobernar el país y la cosa se prendió muy bien, con detractores y adherentes. Pero como estamos en una República democrática, y debemos fundamentar nuestro voto, digamos entonces

3 razones de por qué Piñera o Bachelet deben ganarle al otro.

Razones de tripa, de corazón o cerebrales -nunca se sabe qué te mueve detrás de la cortina, cuando votas te pasan cosas- así que aquí los quiero ver. Tres razones fundamentales de por qué su candidato es mejor que el otro para gobernar este raro pero divertido país.

Vamos. Jueguen. Tenemos pocos días para decidir. Y jugar. Que los indecisos lean razones aquí sería notable.

Monday, December 12, 2005

SEAMOS CLAROS



¿Piñera o Bachelet? ¿La Gordi o el Seba? Pareciera que ayer hubo mucha gente que no tuvo muy clara la cosa, después de conversar con amigos que votaron por Michelle y sin embargo para diputados y senadores votaron por la derecha; otros, como un castigo a la concertación, votaron por Hirsch, y no fueron pocos. Hay gente que considera que la concertación debe ser castigada por algunas cosas que se les escaparon de las manos como ciertos temas medio ambientales, la escasa regulación que hubo en materia de Isapres y AFPs y otros como la vergüenza de no tener royaltie para nuestros productos no renovables, en especial el cobre. Como dijo Eyzaguirre en algún momento - mi candidato que no fue- un grupo de viejos guatones y avaros se opusieron a estos y otros temas por considerarlos inviables para una economía sana y proyectada al mundo, pero... ¿inviables para quién? ¡Para ellos mismos pues! Dejémonos de eufemismos: la derecha jamás se meterá la mano al bolsillo para apoyar al hombre común, al que debe enfrentar las cuentas de hospitales sin ni un apoyo sino más bien trabas y para el que recibe una jubilación de mierda. No la ha hecho desde la empresa, jamás lo hará desde el gobierno. JAMÁS. Oportunidades han tenido y varias. Pero esconden un clasismo tan profundo que desdeñan de la misma gente que a ratos les da el voto.
Por cierto que se dio un escenario adverso en el parlamento. El senado era mayoría oposición. Y después vienen con populismos ridículos y dicen que este gobierno no hizo nada por los más pobres... Bah.
No demonizo a los empresarios, es más, los encuentro secos. Y muchos han dado pruebas de que no son los horribles egoistas que ha pintado su contraparte. Y no. No me cae mal Piñera. Es más, creo que hasta me cae bien. Un señor que cosa que se propone lo logra merece al menos respeto. Y el mío lo tiene. Pero no es el presidente que yo tendría. Lo prefiero dentro de la escena del empresariado donde su habilidad efectivamente genera empleos y no desde la visión de estadista con sensibilidad social, porque ahí flaquea. Por algo el sindicato de LAN se paró hace más de un mes por tratos injustos y malas remuneraciones. La noticia quedó más congelada que Walt Disney, pero de que sucedió, sucedió. Empresarios a la suyo, gente de servicio público a lo suyo.

Los estadistas deben tener la conciencia social necesaria y además la frialdad justa para no tomar decisiones a la rápida y populistas sino más bien como se ha gestionado este gobierno, con mesura y tranquilidad. El que diga que no han habido cambios, por favor, revísese. Conozco gente que no hubiera podido operarse de no haber existido el auge. Y sobre las obras viales, nada que decir. Con una mala administración, esto se hubiera tornado imposible. Y lo cierto que hoy lo es.

Bachelet no es Lagos. La tontera grande ésta. ¡Por supuesto que no lo es!. De hecho, menos mal que es otra persona para refrescar a los equipos que efectivamente han generado estos cambios. Claro que respeto a Richie Lake, al igual que el 70% del país. Pero también me dio verguenza verlo gritoneando como Faraón a la gente de Valdivia que dio un ejemplo de unidad al protestar airadamente por los cisnes que caían sobre sus techos. Voté por él para que reconociera errores tanto como sus aciertos, y ahí murió en deuda conmigo. Me faltó un hombre a la altura del mundo de hoy, donde cualquier atropello al medio ambiente se cobra con rudeza. Pero bueno, debo reconocer que es al único, AL UNICO por el cual he sentido admiración, en especial cuando le dijo que no a Bush. El único hombre que ha interpretado el sentido de una clase media que mantiene el país y que se descresta para educar a sus hijos. Es la verdadera transición. Demostró a los inversionistas que ser socialista hoy no es estatismo. Y de hecho fue más de derecha que de izquierda, asunto que me imagino habrán asumido desde el primer momento. Bachelet es la llamada a ampliar y profundizar la visión social que fundó la concertación.

Bachelet y Piñera son casi el mismo programa. Esta señora tiene claro el tema. Y me hace sentido la sutil diferencia. Porque, digámoslo: aquí hay sólo centro derecha en juego, pero en términos morales y modernos de cabeza Michele es más progre.

Está bien castigar a la concertación, pero... ¿tanto? ¿Más hoy que existe una cámara a favor del viento y sin designados y de paso sin Sergio Fernández (por fin Q.E.P.D. y fuera fuera fueraaaaa!) para hacer cambios que jamás empobrecerán al empresariado (al que le debemos mucho... pero ellos nos deben más), sino mejorarán las condiciones de vida de la gente de clase media, a ancianos y mujeres. A pendejos capaces y cultos que han dejado la universidad porque no pueden pagarla. Esa miseria debe terminar. Y no la terminará Piñera. No señor. Piñera es un gran empresario. Pero Bachelet es la única posibilidad de que veamos cambios reales y concretos. Las condiciones, por primera vez, están. Yo no voy a botar a la basura lo hecho hasta hoy, bien o mal, mejor de lo que hubieran hecho otros. Yo voto Bachelet.

No se confundan: no soy de izquierda. De hecho la izquierda me da monos, es conservadora, anticuada y pagada de sí misma, en especial la que ha gobernado en estos años y toma decisiones desde Cachagua. Más derechista que la derecha. Porque la derecha es ese estado del alma que prueba la manzana del poder y no quiere dejar de hacer kuchen con ella. La izquierda, la que piensa en otros y vivía en la vanguardia, está en los museos, al lado de la carroza de Zañartu. Cuando me hablan de la izquierda, cuando me topo con izquierdistas me pasa lo mismo que al poeta Bruno Vidal: me pongo facho. No existe una izquierda que nos represente ni una derecha moderna y verdaderamente democrática. Aún no. De hecho es la misma derecha la que ha impedido que haya un liderazgo progresista, como en su momento lo proyectaba Allamand.

Hay que huir del poder. Evitar mascar esa fruta dulce que sólo provoca la diabetes de la comodidad y el sobajeo. Por eso te amputan las piernas. Porque ya no quieres moverte de ningún lugar y quedarte ahí, donde te respetan los más débiles.

Nota de la solitaria redacción: Lo escrito no representa necesariamente la visión de la gente que trabaja en Radio Concierto o Iberoamerican Radio Chile. De hecho, no lo es. Y eso es muy sabroso. No hay nada como discutir y después seguir siendo tan amigos como siempre. Esa estabilidad mis amigos piñeristas no pueden negar la fundó la concertación, los mismos que decían se iban a comer guaguas y vender chancho chino. Ja! Mis parientes fachos -no momios, fachos- siguen pensando que Lagos esconde bajo la manga la UP. Qué generación más enferma del coco.

Thursday, December 08, 2005

25 AÑOS



Doce años tenía cuando llegué a mi casa y en la televisió dijeron que habían matado a Lennon. Al día siguiente mi papá llegó con unos vinilos de él. ¿Por qué lo mataron si era un buen hombre, papá?, pregunté. Era una de esas preguntas pelotudas, imbéciles, de niño idiota al que siempre le hicieron creer en un "mundo mejor". Todo hubiera sido más fácil si hubiera comprendido de chico que los hombres matan a otros hombres, sin importar si son buenos o malos, los motivos, las razones, el currículum, si cantaba, era político o pacifista. Creo que entendí eso al menos, por primera vez. Perdí la virginidad de "el mundo mejor".

Los seres humanos son malos. Mayoritariamente malos. Hay dictadores poderosos que son capaces de volar un pueblo entero con armas químicas, como Hussein. Hombres que por dinero son capaces de matar a otros, como Bush, por petróleo. Algunos que mienten para su beneficio sin asco. Hay otros que odian razas, que salen a matar gente de otro color de piel. También hay millonarios que odian a los pobres al punto de encontrar imbécil ayudar a países pobres. Malos. Malos con M mayúscula que le venden droga a países enteros y matan al que no se quiere vender o al que quiere competir, en cualquier lugar.

Creo en los políticos como Lennon, no en los que participan de coalisiones oportunistas, sean de izquierda o de derecha. Hombres que se despiertan un día y dicen esto no puede estar tan cagado, algo haré. Los imprescindibles, como dijeron por ahí, pero también los más escasos.

Un día 8 de diciembre de 1.980, le pegaron un balazo porque sí, sin explicación lógica, sin causa de fondo. Ahí descubrí que hay hombres que disparan porque se les cruzó la idea.

Esto fue hace 25 años, un ocho de diciembre de 1.980. Venía de jugar pac man. Al día siguiente supe que habían otras cosas que jugarse en la vida.

Friday, December 02, 2005

SAINT PETER OF ATACAMA


Vengo llegando de San Pedro de Atacama. Es mi séptima u octava vez que ando por esos lugares, pero esta vez fue especial ya que partí con mi hermano, mi único hermano con el cual no viajaba desde hace veinte años más o menos. Es más: si saco bien las cuentas, creo que no salimos nunca solos y juntos. Y fue un viaje impresionante. No contaré muchas intimidades, pero al menos, te cuento que sané varias heridas. Sanamos. Por ese lado ya es notable.
El asunto es que llegamos a San Pedro y parecía una ciudad de Suiza, sin árboles, chocolates, pasto o relojes, sino con tierra, perros, calor, sal, aire seco y rubios albinos arriba de bicicletas. Y digo Suiza porque, aparte de los oriundos del lugar y los dueños de los hostales y los restaurantes, todos eran extranjeros arios, o la gran mayoría. Esto no es nuevo, pero este año y en esta época se acentúa el asunto. Más aún cuando una ciudad de tierra en el medio de la nada, un pequeño oasis en el centro de nada, alcanza costos parecidos a cualquier lugar de Europa. Es duro, pero San Pedro no es para un turista común chileno, un viajero de clase media. Por la mitad de la plata el chileno medio se puede encuevar en un buen hostal de Brasil all inclusive con playas y traseros de antología. Hoy, todo se paga en San Pedro. Quieres ir al Valle de la Luna, pagas. Quieres ir a Cejar, pagas. Quieres recorrer el valle de Jeres, pagas. Esto no está mal. El consejo atacameño se hace cargo de mantener limpios e intactos todos esos lugares, en especial del chileno ordinario que bota botellas y tampax y pañales y cáscaras de sandía por la ventana del auto. Porque, digámoslo sin pudor: nuestros propios compatriotas son los que ensucian como cerdos. Los que cruzan el atlántico para llenarse de polvo y observar el cielo sienten un respeto que no tienen todos los que nacen por estos lados y dejan todos los lugares tal cual los encontraron, y si hay algo sucio, lo levantan y lo llevan al pueblo. De hecho, los peores clientes son los chilenos. Se anotan en tours que al final no toman, y toman hasta caerse de lado.

Lo único malo del cobro es que las termas de Puritama las tomó Explora y las dejó impecables, pero a prontos diez mil pesos por persona. Para uno que fue antes de que fuera un jardín japonés, es doloroso.

Por cierto que San Pedro tiene un lado "místico" y otro no tanto. La cocaína que llega de Bolivia tiene a muchos como pelotas de flippers durante las noches y te la ofrecen en las esquinas. Barata y mucho más pura que la que llega mezclada a Santiago. Entonces, no nos confundamos: San Pedro es tranquilo para el que se mantiene al margen. No sólo es cielo estrellado y paisajes brutalmente conmovedores, sino que también le lleva lo peor de cualquier ciudad.

Dejando de lado eso, la gente es amable, como siempre. Está lleno de buenos bares y restaurantes, como el Adobe o La Estaka. Sin duda, es el lugar más cosmopolita de Chile, junto con Torres del Paine. Pero cuenta con un cielo que no se puede duplicar de ninguna manera en otro lado. Hay un tour astronómico que para los pelos. Puedes ver desde telescopios galaxias, nebulosas y planetas, anillo de saturno incluido. Lo hace un francés muy divertido. Y de verdad es alucinante. Tanto como irse al medio del desierto con un hermano con el que no viajabas desde que andabas en la parte trasera de un auto comiendo dulces. Y ver el cielo, reconocer orión, las pleyades, la constelación de tauro, ver pasar estrellas fugaces, cagarse de la risa.

Eso. Por ahora. ya vuelvo a hablarles de radio. La Concierto celebrará su aniversario número cinco desde el 5 de diciembre. Estará bueno. Vamos a revisar los quince años desde los noventa al 2.005. Se aceptan contactos. Escríbanle a Natalia. Diganle qué merece ser revisado como parte de esta adolescencia de país en democracia, con todo lo que eso implica.

Salud!